Aproximadamente 30% de la población de América Latina y el Caribe no tiene acceso a cuidados de salud por razones económicas y 21% no buscan atención a causa de barreras geográficas, de acuerdo a estimaciones de la OPS/OMS. Esto a pesar de progresos considerables en la ampliación al acceso a servicios de salud en los últimos 15 años.
«Desde principios del siglo XXI, hemos visto un notable progreso hacia la cobertura universal», observó Luis Almagro, secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA). «En efecto, 46 millones de personas adicionales tienen al menos garantías nominales de recibir servicios de salud asequibles en nueve países. Hay avances, pero las brechas siguen latentes».
En reconocimiento del impacto negativo de estas brechas sobre el bienestar de las personas y el desarrollo nacional y regional, autoridades de salud de todas las Américas adoptaron en 2014 en la OPS una Estrategia para el Acceso Universal a la Salud y la Cobertura Universal en Salud. Desde entonces, la OPS/OMS brinda cooperación técnica para ayudar a los países a mejorar la eficiencia y la eficacia de sus sistemas de salud y a aumentar la inversión pública en salud a por lo menos 6% del Producto Bruto Interno (PBI), el nivel mínimo acordado en la estrategia.
Actualmente, la inversión promedio para la salud en los países de las Américas es de 3,8% del PBI, destacó Inés Bustillo, directora de la Oficina de Washington de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). «La región ha hecho avances en aumentar el gasto social, pero en promedio las asignaciones para la seguridad social, el bienestar social y la educación han subido más rápidamente que para salud», señaló, y observó que la región tiene una de las tasas más altas del mundo del gasto privado «de bolsillo» en salud. «Esto es una causa importante de la inequidad y limita el avance de los países hacia la cobertura universal en salud».