La distensión abdominal, o vientre o abdomen hinchado, lo que comúnmente se denomina barriguita prominente, puede producirse tanto en personas delgadas como obesas. La sensación de vientre hinchado, además de incómoda, es poco gratificante. Los cambios de rutina, de dieta y de horarios favorecen, muchas veces, una mala digestión y esa sensación de pesadez tan molesta.
Y no es únicamente un problema estético, ya que este aumento de volumen nos hace sentir incómodos, pesados, doloridos, nos aprieta la ropa (pantalón, falda, cinturón o incluso ropa interior), estamos más irritables, nuestro ritmo intestinal se altera y nos estresa y obsesiona el hecho de que no luzcamos un vientre plano, tal y como los cánones preestablecidos dictaminan.
En muchas ocasiones constituye un síntoma de alguna patología o trastorno digestivo. Sin embargo, casi siempre unas modificaciones de hábitos dietéticos serán suficientes para acabar con el problema de la tripa inflada. Veamos a continuación sus causas y soluciones.
El problema se conoce como colon irritable y puede tener su origen en la ingestión de algunas verduras crudas, como col, coliflor, legumbres (frijoles o lentejas), leche o derivados y bebidas gaseosas, entre otros. Asimismo, debemos tomar en cuenta que muchos de los alimentos que consumimos son pobres en fibra, lo que disminuye la velocidad del tránsito intestinal y hace que el bolo alimenticio se estanque más tiempo en el colon, donde se produce la fermentación de los alimentos.
Cambiar hábitos, solución efectiva contra el vientre inflamado
Para conseguir que nuestro colon se mantenga sano y la digestión no enfrente problemas, es recomendable llevar una alimentación equilibrada y rica en fibra (a base de cereales y sus derivados, como productos integrales, entre ellos pastas y harinas) que facilite la digestión, además de hacer varias veces a la semana ejercicios para tonificar la zona abdominal.
- Come despacio.
- Bájale a la fritura.
- Cambia el refresco por agua natural.
- Equilibra el consumo de la fibra, ni en exceso, ni poco.
- Bájale a las harinas, si puedes, sácalas de tu dieta.
- Equilibra las ensaladas, no abuses de ellas.